Empieza a vislumbrarse el final de la pandemia, aunque la luz al final del túnel no sabemos qué tan cerca o lejos se encuentre, por lo pronto en el control actual de daños ya han desaparecido 2 de cada 10 empresas mipymes en México, en Sonora el impacto promedio ha sido poco mayor con 3 empresas, de acuerdo a datos de Inegi, mientras que la reducción de empleos ha sido de 20%, una tasa de desempleo 5 veces mayor que la de un año sin pandemia.
La crónica anunciada de la vacuna que ya viene ha sido tomada con cautela, de acuerdo a una encuesta publicada por el diario El Financiero, el 55% de las personas encuestadas consideran que los contagios están en crecimiento, el 28% dicen que estamos en el pico máximo contra tan solo un 12% que considera que los contagios van decreciendo.
El 23% de los encuestados afirmaron que ya se hicieron la prueba contra un 16% hace 2 meses, sobre si se aplicarán la vacuna al estar disponible el 31% mencionó que de inmediato y un 55% señala que esperará a ver cómo se comporta en la población que se la puso, contra un 10% que definitivamente no la va a usar, aunque la realidad es que la espera no deja de ser infructuosa.
En la misma encuesta el 64% de los encuestados apoya el aumento de las restricciones a nivel nacional, cifra muy similar a datos de una encuesta realizada por simsamarketing para la ciudad de Hermosillo.
El comercio en Sonora
Si bien el sector comercial y de servicios en Sonora es de los que más consecuencias ha tenido, con un cierre definitivo del 30% de los establecimientos, la restricción que se establece en menos horas laborales en plena navidad no deja de tener un efecto en la derrama económica en estas actividades, aunque habría que compensar con estrategia de disponibilidad, agilidad en el servicio y accesibilidad con nuevas plataforma como el e-commerce para aprovechar en lo posible la época decembrina, en la cual habrá mayor derrama económica local, sobre todo del segmento poblacional medio y alto dado en parte por el cierre de las fronteras.
Los mercados aprenden
En este año atípico para la sociedad y la economía el comportamiento de indicadores económicos como el tipo de cambio, el índice de precios de la bolsa de valores, el precio del petróleo y de los comoditys ha tenido un comportamiento procíclico, como un electrocardiograma en crisis que regresa a la normalidad, aunque la realidad actual aun no es normal solo que los mercados han empezado a aprender, entender y traducir la crisis lo cual nos hace ver que la economía regresa a una aparente normalidad. El tipo de cambio en 20 pesos, un índice de precios en 43,600 puntos contra los 44,400 puntos en enero de este año.
La oportunidad en una expansión del gasto publico con tasas de interés muy bajas, apenas de medio punto real, hace factible la oportunidad histórica de realizar inversiones para el próximo año con emisión de deuda pública, si bien es cierto el nivel actual es del 55% en proporción del pib es mayor que el 35% de 2013, similar a países con una calificación BBB que es la que nos corresponde si es que queremos cumplir con metas de crecimiento económico mayores al 3% anual para los siguientes años.
La expansión del gasto público de la mayoría de los países del mundo en 2020 para paliar la crisis no fue aprovechada por México, esta medida pudiera ser justificable si para 2021 se expande el gasto, de otra forma no habría razón de haberse ajustado el cinturón en plena pandemia.
Las crisis son tiempos de oportunidades, habrá que saber aprovecharlas en todos los terrenos, en lo familiar sobre todo, nos ayuda a cicatrizar los desencuentros, descubrir nuevos encuentros y mirar hacia el horizonte con esperanza renovada.