La economía mexicana puede presentar debilidades que la hacen vulnerable frente a otras economías, pero el potencial de esta economía sigue sin explotarse como es debido.
Llevamos muchos meses analizando el comportamiento de la economía mexicana, así como la evolución que sigue la misma en una recuperación en la que, contrastando el comportamiento de la economía azteca con el de otras economías, esta se encuentra muy descolgada. Y de la misma manera que hemos ido resaltando aquellas cuestiones que afectan a la economía y que, como muestran los datos, le impide recuperarse plenamente, también hemos ido señalando otros elementos que, como también puede apreciarse a la luz de los datos, dije que podían amortiguar dicha caída, en tanto en cuanto podían actuar como un motor de crecimiento económico para el país.
La falta de una respuesta contundente a nivel fiscal y monetario; la escasez que presenta el país en materia de recursos y, por ende, la debilidad de las instituciones; la corrupción y la delincuencia, en adición a la corrupción económica, la economía sumergida, así como todas las debilidades que, en general, presenta la economía mexicana situaban al país en un punto de partida delicado; teniendo en cuenta que el país precisaba motores de crecimiento en un escenario en el que estos, además de no funcionar, cuando lo hacían, funcionaban mal. Y esto, como no podía ser de otra manera, nos llevaba a ser muy pesimistas en los pronósticos, previendo futuros estancamientos que, en última instancia, podrían derivar en una recesión económica.
Sin embargo, de la misma manera que expresaba el pesimismo previsto por los analistas, también mencionaba otras cuestiones que, como si de un oasis en el desierto se tratara, podían aportarnos algo de optimismo. Pues el contexto, como podíamos apreciar, era bastante negativo, y la capacidad de México como economía, teniendo en cuenta las debilidades citadas, además de otras, también estaba bastante limitada. Sin embargo, la inversión extranjera directa que recibe el país; el nearshoring, que está provocando una deslocalización de empresas que se están yendo a México; los récords que están registrando las remesas procedentes del exterior, entre otras cuestiones, teniendo en cuenta además que México es una economía exportadora y mantiene buenas relaciones con el exterior, está permitiendo a México recuperarse; aunque lo haga a un ritmo más lento que otras economías homólogas de la región.
Analizando los últimos datos de crecimiento, los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (por sus siglas, Inegi) muestran que la economía de México se expandió entre julio y septiembre por cuarto trimestre consecutivo, superando las expectativas de todos los analistas. Mientras que la previsión que tenían los analistas de Bloomberg, Reuters, entre otros organismos públicos y privados, se situaban en torno al 0,7%, el dato final que muestra el crecimiento de la economía mexicana durante el tercer trimestre se ha situado en el 1%, teniendo en cuenta la tasa trimestral. Una tasa que, como decimos, sorprende a los analistas, a la vez que supera a la registrada en el segundo trimestre.
Teniendo en cuenta la tasa interanual, el PIB habría crecido un 4.2%.
Viendo el panorama con el que hemos comenzado el artículo y el que pronostica el Fondo Monetario Internacional (por sus siglas, FMI), muchos se preguntan por qué México sigue sorprendiendo a los analistas con crecimientos no previstos. Sin embargo, la clave a esta pregunta la encontramos, precisamente, en esto mismo que venimos comentando desde hace meses. Y hemos de señalar que así lo han reflejado los economistas, compartiendo los analistas un mayor optimismo por el buen desempeño del nearshoring y, por ende, de la inversión extranjera directa. El buen desempeño de estas cuestiones que mencionamos tanto en nuestras columnas, sumado a unos buenos registros en otros sectores, llevan a la economía mexicana a crecer; y con ello, a recuperarse de un escollo que, gracias a esto que comento, está pudiendo sortear.
Pues como siempre digo, la economía mexicana puede presentar debilidades que la hacen vulnerable frente a otras economías, pero el potencial de esta economía, teniendo en cuenta todos los vínculos que mantiene con los Estados Unidos, sigue sin explotarse como es debido.
Fuente: Forbes México