Finalmente la teoría económica se impone, los estímulos del gasto público en Estados Unidos durante la pandemia y una serie de concesiones, como son las deducciones en hipotecas, han dado como resultado una inflación anualizada del 5%, registro que no se tenía desde 2008.
El impacto para México en términos de la paridad en el poder de compra con este país, debería ser neutral, porque es el mismo nivel que tenemos en México con un registro similar, esto por tanto no debería de significar mayores riesgos para una devaluación sino mas bien tenderíamos a pensar en una revaluación en nuestra moneda.
El nivel con el que inicia el tipo de cambio en la semana, debajo de los 20 pesos por dólar, presenta un panorama de estabilidad financiera para el país, y si a esto le agregamos el encuentro del Presidente, la semana pasada, con el grupo de empresarios mexicanos más grandes, tenderíamos a que el factor del ambiente en los negocios y de estabilidad social y política, es mejor calificado y aunado a el ambiente postelectoral que en buena medida se dio en lo general de manera tersa
Las presiones inflacionarias en México se han seguido presentando con niveles sobre el 5%, y ahora con la posibilidad de la inflación importada, generado por nuestras importaciones, que en buena medida resultan ser un componentes en la cadena de valor de productos que vuelven a aquel pais con valor agregado, como por ejemplo en exportaciones como autopartes y producción minera y agropecuaria que necesitan insumos que se compran en Estados Unidos, esto pueda afectar costos de producción, la competitividad y en un momento dado, provocar presiones inflacionarias internas, menor margen de utilidad o en su caso afectar perdida en exportaciones.
Por el lado del factor laboral, de gran importancia y de los cambios significativos que se verán en los nuevos tiempos de las relaciones comerciales en el entorno propio del T MEC, el deterioro del salario real ya sobrepasa la negociación de los contratos colectivos, negociados a principios de año, se calcula a mayo de menos 1.5% y bajo la nuevas reglas del tratado habría que observar los lineamientos que puedan ser sensibles a sus cláusulas y afectar un arbitraje de dumping o reclamo de falta de equidad competitiva.
Los márgenes de maniobra en el diferencial de pago por hora en ambos países nos colocan en una mala posición para negociar sobre este tema, si la inflación sigue escalando sobre niveles de más del 6 a 7%, que aún es poco probable suceda, habría que dar una revisión a estos contratos, que aunque tienen un vigencia de un año, en el nuevo marco del tratado se darían presiones para un ajuste extra en el salario real, por lo tanto hay que estar con mucha atención observando ese dato.
Hay factores multiplicativos de alto impacto como es el costo de la energía, gasolina y gas que resultan ser componentes muy importante en los costos y que afectan el costo en la movilidad de las mercancías, la amenaza de sequías es otro factor que puede producir escases y con ello alza en los productos y que forman parte importante de la canasta básica, una muestra ya lo tenemos en el jitomate, el cual ya reportó en mayo un incremento del 22%, de acuerdo a los reportes de inegi.
Es entonces la amenaza de la inflación en México, el factor que pudiera afectar la estabilidad que hasta ahora presenta la macroeconomía, los cambios que se vienen en Banco de México en teoría, no tienen por qué afectarlo, junto con la política fiscal a la economía por parte del gobierno federal. Son las dos hojas de la tijera.